Un método eficaz para investigar el patrimonio del Presidente

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El periodista Daniel Lizárraga contó a Convoca cómo se hizo el reportaje que remeció al gobierno mexicano: La “casa blanca” del presidente Enrique Peña Nieto, una residencia de US$7 millones donde se alojaba la familia presidencial y que el mandatario no incluyó en su declaración pública de bienes por oscuros motivos. La investigación duró 20 meses y ganó el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación.

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Periodista Daniel Lizárraga y el libro donde amplían la investigación publicada por Grijalbo en octubre de 2015. (Foto: Convoca.pe)

Por Carlos Bracamonte

En el 2011, al hurgar en la declaración de bienes del ex presidente mexicano Felipe Calderón, el periodista Daniel Lizárraga desarrolló una metodología para investigar el patrimonio de altos funcionarios: combinó el diseño de árboles genealógicos con pedidos de información pública bien dirigidos. Este método lo usó el equipo de reporteros que reveló, en noviembre de 2014, que el presidente Peña Nieto y su familia vivían en una lujosa residencia que no era de ellos, sino de un grupo empresarial ganador de obras cuando Peña Nieto había sido gobernador de México.

- Lizárraga: Lo de usar árboles genealógicos lo aprendí de un colega argentino que trabaja en Panamá, Santiago Fascetto. Él hizo uno en un reportaje sobre el ex presidente Torrijos. Ese método lo adapté para el caso de Felipe Calderón (Lizárraga descubrió que el entonces presidente aumentó más de 10 veces su patrimonio sin informar a tiempo a las autoridades).

Para el caso de Enrique Peña Nieto usamos un método combinado. Por un lado, el de árboles genealógicos del personaje a investigar. Por ejemplo, hicimos un árbol genealógico del contratista Juan Hinojosa Cantú, cuyo grupo empresarial era dueño de la “casa blanca” de Peña Nieto. ¿Cómo funciona? Buscamos los datos de la casa en registros públicos: se trata de hacer tantos pedidos de información como fuera posible hasta ir formando círculos. Es decir, si consigues con tu reporteo la dirección de la casa, la metes a registros públicos y te dan el nombre de los dueños. En este caso, el dueño era Ingeniería Mobiliaria del Centro, que es parte del grupo empresarial de Hinojosa Cantú. Como es obvio, en los buscadores tradicionales de Internet no había nada. Pero cuando hurgamos en documentos registrales, descubrimos que las oficinas de esa mobiliaria estaban en Toluca, en el Estado de México, donde gobernó Peña Nieto. Entonces, ingresamos a registros públicos esa nueva dirección y arrojó el nombre de Hinojosa Cantú, el propietario de la “casa blanca”. El nombre de Hinojosa lo metimos de nuevo en registros públicos para saber qué otras casas tenía. Esto ya se hizo a nivel del Distrito Federal y en la ciudad de México. Ahí salió un enramado de 30 empresas. Las volvimos a meter a registros públicos, y siguieron apareciendo más casas y propiedades.

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La “casa blanca” de la pareja presidencial valorada en US$7 millones. (Foto: ABC)

- Convoca: ¿Se van armando como círculos concéntricos?
- Lizárraga: Exactamente. Así se fue desmarañando las propiedades; y así vas cruzando estos datos con los árboles genealógicos que has armado para ir relacionando los nombres.

- Convoca: ¿Cómo organizaron los datos?
- Lizárraga: El reportero Sebastián Barragán se encargó de investigar al grupo empresarial dueño de la “casa blanca”. Durante meses solicitó información pública sobre todos los contratos de las empresas de ese grupo con el estado de México y a nivel federal. Luego hizo un diagrama de flujo empresarial para ver el crecimiento de la empresa a través del tiempo: es decir, ¿cómo estaba la empresa antes del sexenio de Peña Nieto?, ¿cómo despegó durante su gobierno?, ¿y cómo a partir de Peña Nieto empieza a tener contratos con el gobierno federal? Ahí viene la base de datos para comprobar o ponerle rostro a los números. Sebastián desarrolló una base sobre los contratos: cuáles eran, dónde estaban, cuáles eran los montos.

La investigación se originó un día de mayo del 2013, en un supermercado, cuando al periodista Rafael Cabrera le llamó la atención la portada de la revista Hola. En su último número, la conocida revista del corazón había entrevistado a la actriz Angélica Rivera, esposa del flamante presidente Peña Nieto, que había asumido el cargo seis meses antes. Las fotos de la entrevista y, sobre todo, una frase de la famosa actriz activaron la curiosidad del periodista.

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Usamos un método combinado: árboles genealógicos y pedidos de información.
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“En nuestra casa llevamos una vida lo más normal posible. Les he hecho saber que Los Pinos nos será prestada sólo por seis años y que su verdadera casa, su hogar, es esta donde hemos hecho este reportaje”, había declarado la esposa de Peña Nieto. Los Pinos es la casa presidencial en México, pero el reportaje, como indicó la actriz, se había hecho en su “verdadera casa”: las fotos mostraban una residencia a todo dar. ¿Cuáles eran los bienes del presidente Peña Nieto? ¿Habría mencionado esta casa en su declaración pública patrimonial? El periodista Rafael Cabrera consiguió la dirección de la casa: era una mansión ubicada en un barrio exclusivo del país.

Lizárraga: Rafael empezó a investigar solo. Esto nos pasa a todos los reporteros: investigamos algo por nuestra cuenta y pagamos los gastos. Aún no trabajábamos juntos. Rafael Cabrera llevó un taller con Daniel Santoro donde el periodista argentino lo ayudó a trazar la ruta de la investigación. Luego nos encontramos en un taller. Él ya tenía un buen avance. Su hipótesis inicial era que el presidente de la República y su esposa tenían una casa de la que nadie sabía y que no fue reportada en su declaración patrimonial, y que presuntamente estaba vinculada a la empresa que le rentó los aviones para su campaña electoral. Entonces lo ayudé a hacer una ruta sobre cómo buscar en registros públicos de propiedades en México, y cómo acceder a información pública. Luego lo invité a trabajar en la Unidad de Investigación de Noticias MVS. Yo ya me había olvidado del tema y un día Rafael me lo recordó. Él ya había reunido indicios sólidos, así que decidimos investigar más.

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Daniel Lizárraga y su equipo ganaron el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación 2015 por el excelente reportaje sobre el patrimonio del presidente mexicano. (Foto: Ipys)

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Parte del equipo de periodistas : Rafael Cabrera, Carmen Aristegui, Daniel Lizárraga y Sebastián Barragán. (Foto: FNPI)

- Convoca: ¿Cuál fue la hipótesis final? - Lizárraga: Que el Presidente tenía una casa que le construyó uno de sus amigos (uno de sus “compadres” como decimos en México), que fue uno de los principales contratistas cuando él era gobernador del Distrito Federal y que, recientemente, ganó la millonaria construcción del tren México-Querétaro (luego de la cancelación, hasta la fecha, la obra ya no ha sido concesionada).

- Convoca: ¿Cómo encontraron la relación PRI?

- Lizárraga: Lo más público era el asunto de alquiler de los aviones en la campaña de Peña Nieto. La oposición criticó mucho esto porque él usaba muchos aviones para viajar por todo el país. Se pidió vía acceso a la información los contratos del PRI con esta empresa. Pero lo más importante que pedimos fueron las bitácoras de vuelo. Ahí nos dimos cuenta de quiénes viajaban durante la campaña electoral. La pregunta era: ¿por qué este contratista le construye una casa de 7 millones de dólares al Presidente? ¿Es que está compensando lo que le dieron en el estado de México o fue por otra cosa? Me di cuenta que estábamos parados en consecuencias, no en el hecho, es decir, el hecho de que tuviera una casa de $7 millones que no figuraba en su declaración patrimonial. ¿El súbito crecimiento de la empresa era una consecuencia de algo que no se veía? Distinguíamos las raíces de algo que estaba abajo. ¿Qué más había? Teníamos que estar absolutamente seguros que era una consecuencia sólo por el estado de México, y en eso vino lo de la obra, lo del tren México-Querétaro.

El 6 de noviembre de 2014, tres días antes de que se publicara el reportaje sobre su lujosa residencia, el presidente Enrique Peña Nieto canceló la licitación del tren México-Querétaro. Esta decisión sorprendió pues se trataba de una obra importante defendida por el gobierno horas antes de su anulación. Había sido adjudicada a un consorcio del que formaba parte una empresa del Grupo Higa, dueños de la “casa blanca” del Presidente. “Pienso que, sin querer, el gobierno fue alertado por los corresponsales de la prensa extranjera”, nos explica por teléfono Lizárraga. “Para evitar la censura y darle mayor impacto al reportaje, nos reunimos antes con estos corresponsales y, como era lógico, ellos hicieron su trabajo: buscaron la versión del gobierno. Y el gobierno se enteró así de que se les venía algo que involucraba al Presidente”. Luego, de un momento a otro, Peña Nieto canceló la millonaria licitación.

Lizárraga: Eso nos empujó a publicar el reportaje (el 9 de noviembre de 2014). El lanzamiento fue coordinado con varios medios en simultáneo. Entre otras cosas, el reportaje comprobó que esta propiedad no estaba en la declaración pública de bienes del Presidente, y que tampoco estaba a nombre de su esposa, sino que era de una filial del grupo económico que ganó muchas obras cuando Peña Nieto fue gobernador, y que había obtenido una gran obra en el gobierno federal (el tren), aunque luego fuera anulada. La casa fue hecha a gusto del mandatario y de su esposa. Este mismo grupo empresarial había alquilado aeronaves al PRI, el partido oficialista, para la campaña electoral de 2012.

Tras el escándalo, el Presidente nombró a alguien de su confianza para que investigara el hecho. El funcionario exculpó tanto al mandatario como a su esposa. En el informe oficial se dice que Angélica Rivera pagó la casa con sus ingresos de Televisa. Pero cuando Lizárraga y su equipo revisaron la investigación oficial (un expediente de 60 mil fojas) notaron que las fechas entre la compra de la casa y los ingresos no coincidían. Según el periodista, la actriz recibió el dinero un año y medio después de que el constructor comprara el terreno.

- Convoca: ¿Cuál fue el impacto del reportaje a nivel político?
- Lizárraga: El presidente transparentó sus declaraciones juradas, incluyendo la parte reservada. Si bien los funcionarios están obligados a declarar los bienes de sus hijos y esposa, estos no se publicitan si el funcionario no lo acepta. También, luego del reportaje, Rivera dijo que iba a vender la “casa blanca” para que nadie la cuestionara y, al final, la pareja la devolvió al constructor. Además, ya no se hizo el tren México-Querétaro con ese grupo empresarial. En marzo de 2015, los periodistas fueron despedidos de la cadena MVS Radio por sumarse a la plataforma de denuncia de la corrupción Mexicoleaks. Según los dueños, por “usar la marca (de la radio) sin autorización expresa”. Pero al parecer los dueños buscaban un pretexto para deshacerse de ellos por haberlos puesto en aprietos tras descubrir la “casa blanca”. También echaron a la directora del programa, Carmen Aristegui, por oponerse al despido de su equipo.

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El libro que amplía la investigación. (Foto: Clases de periodismo)

- Lizárraga: Por iniciativa de Carmen se hizo la Unidad de Investigación para la radio. En México no hay una tradición de periodismo de investigación. Siempre han sido esfuerzos individuales. Además, no encontré ni una sola referencia narrativa para radio, salvo el proyecto Radio Ambulante. El reportaje fue adaptado para el formato de la radio y creo que salió bien.

En octubre de 2015, los periodistas publicaron el libro “La Casa Blanca de Peña Nieto, la historia que cimbró un gobierno”, donde amplían la investigación y cuentan más detalles de lo que pasó antes y después del reportaje. Su trabajo ha ganado el Premio Nacional de Periodismo 2014, el Premio Gabriel García Márquez y el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación 2015, otorgado por el IPYS.

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